Que ver en Livorno, Italia
Livorno, situada en la Toscana (Italia), es, junto a Trieste, la ciudad más cosmopolita del país, y un inmenso lugar de encuentro, de intercambio y de libertad. Hay que conocer un poco su historia para entender cuál es el origen del espíritu genuino y abierto de sus habitantes.
¿Qué ver en Livorno?
Curiosamente en las guías de viaje no suele hablarse mucho de Livorno. Siempre las recomendaciones se dirigen a sus hermanas mayores turísticas de la Toscana, Pisa y Florencia. Y sin embargo, Livorno es una ciudad, que con días de vacaciones suficiente, también se merece una visita porque tiene mucho que ver. Sus canales, su parque central, su gran plaza elevada sobre las aguas, y las muestras que aún reposan en sus calles del Renacimiento así lo atestiguan.
La entrada a la ciudad desde el puerto ya habla bien de su historia, porque una de las primeras cosas que nos encontraremos es su Fortezza Vecchia, una fortaleza con tres bastiones defensivos que se construyeron en el siglo XVI. Más adelante, la plaza Michele con una estatua de uno de los Medici cuya historia está tan ligada a las ciudades toscanas y lombardas, Fernando de Medici. Y aún más adelante, la Piazza Grande, presidida por el Duomo, la Catedral de San Francisco.
Fortezza Vecchia, en Livorno
Si seguimos recto por la misma Via Grande que nos ha traído desde el puerto, llegaremos hasta la Piazza de la República, la que os mencionaba que se alza sobre el canal, una de las más bellas plazas livornesas, de forma rectangular, que se construyó a mediados del siglo XIX. En ella hay, a cada uno de sus lados, dos estatuas, pero sobre todo, en ella, está el Cisternino, hoy día utilizado como centro de exposiciones. Por cierto, el canal que pasa por debajo de la plaza, si lo seguís con la mirada, desemboca hacia el puente Voltone, el que probablemente es el más bello de Livorno.
En los alrededores de este recorrido no deberíamos dejar de visitar el edificio neoclásico del Cisternone (no es el que os comenté antes, sino otro edificio del mismo arquitecto, Poccianti) y el Palacio del Larderel, cerca ambos de la plaza de la República. También cerca, a la salida del canal que pasa bajo la plaza, está la Fortezza Nuova, construida también el el siglo XVI, y que hoy día, en su interior, alberga un parque público al que se accede sobre un puente que se alza sobre un foso. Ah, y tampoco debéis dejar de pasear por la terraza Mascagni, un inmenso tablero de ajedrez que juega con la vista adentrándose en el mar.
Terraza Mascagni en Livorno
Por último, y en la parte central de la ciudad, en el entorno del Duomo, podréis ver la Sinagoga Judía, el Mercado Central o la Iglesia de los Holandeses, eso sin contar las visitas a museos como el de Giovanni Fattori o el Museo del Mediterráneo.
No, no se habla mucho de Livorno, pero es una ciudad diferente, y estoy seguro que os llamará la atención. Y más aún si os permitís el lujo de conocerla a través de sus canales.
Canales de Livorno
¿Y cerca de Livorno?
Uno de los mayores atractivos de la zona son su paisajes. La Toscana se caracteriza por contar con bellísimos entornos naturales en lo que podemos encontrar pintorescos pueblecitos y villas. Además Livorno es el puerto ideal para hacer una excursión para visitar Florencia y Pisa.
En Florencia, una de las ciudades italianas más fascinantes y ricas en historia y arte, podremos pasear por la Plaza de Michelangelo para disfrutar de una encantadora vista sobre la ciudad y las colinas de la Toscana. Después podremos visitar su famosa catedral de Santa María Dei Fiori, el campanario de Giotto, el exterior del Baptisterio de San Giovanni y la Basílica de Santa Cruz.
Si paseamos por el Ponte Vecchio y la preciosa Plaza della Signoria, dominada por el poderoso Palazzo Vecchio, podremos ver la copia en bronce del famoso David de Miguel Ángel. También tenemos la opción de visitar alguno de sus famosos museos y galerías de arte, como la Academia o la Galería Pitti.
En Pisa no podemos perdernos la Plaza de los Milagros, donde descubriremos los monumentos más famosos: la Torre Inclinada, el Baptisterio del S. XII, considerado uno de los más bellos del mundo, el Cementerio Monumental y la Catedral del S. XI decorada con mármoles policromados y púlpitos espectaculares de Bonanno y Nicola Pisano.
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