Cruceros fluviales desde París
Los cruceros fluviales son una excelente opción a la hora de viajar. Son barcos más pequeños y manejables, para poder navegar por los principales ríos navegables del mundo. Pero ello no implica que se pierdan lujos. Todo lo contrario. En un crucero fluvial podrás contar con una atención mucho más personalizada, pues hay menos camarotes y, por tanto, menos cruceristas a bordo. Además, los puertos fluviales suelen estar en el centro de las ciudades, o muy cerca de las mismas, por lo que tendrás acceso casi inmediato a todo el patrimonio.
Hay muchas rutas de cruceros fluviales por Europa. No obstante, los cruceros por el Sena desde París son siempre un éxito; es que, los núcleos urbanos que se levantan al margen de este río, son toda una maravilla, llenos de patrimonio cultural, gastronómico y mucha historia.
De crucero por el Sena
Si vas unos días antes de partir, podrás conocer París, una de las ciudades más bonitas de toda Europa (posiblemente del mundo). Con monumentos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Panteón o la Catedral de Notre Dame, no podrás aburrirte en ningún momento. No obstante, aunque París tiene encanto para dar y regalar, lo emocionante no termina en esta ciudad. Todo lo contrario, comienza una vez embarcas en tu crucero fluvial por el Sena.
Las ciudades que puedes visitar son muchas, pero destacan algunas como Les Andelys, Honfleur o Rouen.
Les Andelys es una comuna francesa de la región de Alta Normandía. Un lugar que cuenta con un extenso patrimonio cultural. Así, los amantes de los castillos estarán encantados de visitar el Castillo Gaillard. Construido por Ricardo Corazón de León, su tamaño original era muchísimo más grande. Es más, dicen que llegaba a bloquear el río. Hoy por hoy es menor, pero sigue siendo impresionante. Además, puedes ver recreaciones en 3D para poder hacerte una idea de su magnitud.
No te pierdas tampoco el Museo Nicolas Poussin. Este pintor es un gran representante del Clasicismo. Podrás ver obras y apreciar también la belleza del edificio en el que se encuentra (siglo XVII).
Descubre la Colegiata de Notre-Dame. Construida entre los siglos XIII y XVII, ocupa el lugar en el que la Reina Clotilde, esposa de Clovis, rey de los Francos, fundó la primera abadía normanda.
También es destacable la Iglesia Saint-Sauveur, con uno de los órganos más bonitos de Francia, o el Memorial Normandie-Niemen.
Rouen es una de esas ciudades espectaculares que nunca deja de sorprenderte. Entre las visitas que puedes hacer aquí, destaca la de la Abadía de Saint Ouen, con 130 m. de altura y un estilo gótico flamígero espectacular.
También es interesante la Catedral de Notre-Dame de Rouen, con una hermosa arquitectura gótica que la ha convertido en una de las más imponentes de todo el país.
Puedes pasera por la rue du Gros Horloge para admirar el Gros Horloge (Gran reloj). Se trata de un reloj astronómico construido en el siglo XIV. También por la place du Vieux Marché, un lugar que fue escenario, en plena Guerra de los Cien Años, de la muerte de Juana de Arco en la hoguera.
El Sena a su paso por Rouen
Honfleur es una pequeña y acogedora ciudad que cuenta con un pintoresco puerto de pesca y comercio. Es reconocida como la ciudad de los pintores y del impresionismo. Su luz es irresistible, y lo ha sido para pintores de la talla de Courbet, Monet o Boudin.
Entre los monumentos religiosos más destacados, no puedes perderte la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, construida poco después de la Guerra de los Cien Años, la iglesia de San Esteban, de estilo gótico y la más antigua de la ciudad, así como la iglesia de San Lorenzo, de un estilo gótico flamígero y un gran campanario con cúpula.
Honfleur
Es imposible negar que esta ruta tiene encanto para dar y regalar, pero, además, recuerda que estás en Francia. Aquí, comer bien es casi una obligación moral.
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