El puerto de cruceros de La Valeta, Malta
La República de Malta es un país insular compuesto por un archipiélago y situado en pleno Mediterráneo. Un lugar precioso que cuenta con un puerto de cruceros muy transitado que convierte a Malta en uno de los destinos más destacados de los cruceros por el Mediterráneo.
El Puerto de la Valeta en Malta es la escala perfecta para enamorarse de este rincón mediterráneo. Un núcleo urbano que, aunque cuenta con un reducido tamaño, posee más de 300 monumentos en poco más de medio kilómetro cuadrado. Esto hace que sea uno de los lugares con mayor densidad de atractivos turísticos del mundo.
¿Cómo es el puerto de La Valeta?
El puerto de la Valeta está muy cerca de la capital de Malta. Los cruceros suelen atracar en el Valleta Waterfront. Esta zona está a tan sólo dos kilómetros de la entrada principal de la capital, a un paseo de unos 20 minutos aproximadamente. El recorrido es corto y, además, es posible ver un montón de terracitas repartidas por el puerto, en las que tomar algo antes o después de la visita. Eso sí, ten en cuenta que hay cuestas pero si prefieres evitarlas, puedes coger un ascensor por el que tendrás que pagar 1€. Este ascensor recibe el nombre de Barrakka Lift y lo vas a encontrar a la salida del puerto a la derecha. También hay servicio de taxi, un poco más caro, pero mucho más cómodo, sin duda.
La Valeta en unas horas
La Valeta está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un lugar que, como comentábamos, tiene un sinfín de monumentos para visitar. No es de extrañar, teniendo en cuenta la gran cantidad de civilizaciones que han pasado por este destino. Desde los fenicios hasta los árabes, pasando por los griegos, cartagineses, romanos y bizantinos. Es más, por este lugar también pasaría la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, los conocidos como Caballeros de Malta.
Con una historia tan amplia, no es de extrañar que los monumentos sean de lo más diversos también. Así, no puedes perderte lugares como la Fuente del Tritón, situada en la entrada de la ciudad y uno de los símbolos de esta.
Los templos más destacados son la Concatedral de San Juan, construida por los caballeros de Malta en la 2ª mitad del siglo XVI y la Iglesia de Santa Bárbara. Esta última está ubicada en la calle principal de la ciudad y destaca por su singular cúpula y su preciosa virgen dorada.
Teniendo en cuenta el pasado de La Valeta, es de obligado paso el Museo Nacional de Arqueología. Es un museo situado en la calle Republic Street, y en su interior hay objetos encontrados en excavaciones de todo el archipiélago que se remontan al 5.200 a.C.
Si te gustan los museos, tampoco puedes perderte el Museo Nacional de Guerra. Este museo está dedicado íntegramente a la I y la II Guerra Mundial. Se centra en el protagonismo de Malta y su población en estos conflictos y la verdad es que es bastante interesante.
Una de las joyas de la ciudad es el Palacio del Gran Maestre. Actualmente es el Parlamento de la nación. En su interior, podrás visitar algunas estancias de lo más llamativas. Además, también tiene alojado el Museo del Palacio del Gran Maestre, con una imponente colección de armas relacionadas con la Orden de Malta y de algunos de los ejércitos de los enemigos que intentaban atacarles.
Por último, aunque evidentemente los tesoros son más, destacar el Fort Rinella. Este fuerte fue restaurado por completo en el año 1991. Una fortaleza victoriana de gran belleza que actualmente aloja un museo y exhibe, entre otros, un impresionante cañón de 10 metros de longitud.
Más información: qué ver en el puerto de La Valeta
Excursiones desde el puerto de La Valeta
También es posible escapar de La Valeta y hacer excursiones, por la isla de Malta o por otras. Por ejemplo, puedes tomar un minicrucero y visitar Comino, Blue Lagoon, Gozo y sus Cuevas.
Otra alternativa es adentrarse en un pueblo pesquero con mucha historia, Marsaklokk. En la misma isla de Malta, este pueblo tiene una belleza de lo más singular, repleto de pequeñas barquitas maltesas de pescadores y casas coloridas.
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