Brindisi es una ciudad de la costa adriática. Ubicada en el sur de Italia, en la región de Apulia, es una urbe con muchísima historia, gracias en parte al gran puerto natural de la misma, que ha desempeñado una papel histórico realmente importante en el desarrollo de esta región del país. Es, además, un puerto de escala interesante que podemos marcar en nuestra próxima ruta de cruceros. Un lugar en el que podremos empaparnos de la cultura italiana del sur y en el que disfrutaremos de muchas visitas turísticas.
La mayor ventaja de Brindisi es que cuenta con un centro histórico con un tamaño bastante cómodo. Podemos recorrer este centro en una mañana sin problemas, algo que sitúa a la ciudad como una escala perfecta.
¿Qué podemos ver en Brindisi?
Podemos destacar el Castello Rosso, un gran castillo rojo que recibe ese nombre por el color de la piedra en la que se construyó. El castillo aragonés se levantó con la finalidad de defender la ciudad en el año 1491 sobre una isla frente al pueblo. Así, la fortaleza se divide en dos partes, el castillo rojo y el fuerte destinado este al comando marino.
La ciudad cuenta, además con otra fortaleza, el Castillo Suevo. Se levanta sobre el canal de Poniente, en la zona portuaria. Este lugar es interesante por su fachada y ubicación, pero también por las exposiciones que se realizan en su interior.
Fue construido bajo el mandato de Federico II, y servía, en sus orígenes, como residencia fortificada para las guarniciones.
Paseando por el centro de la ciudad nos encontraremos con la piazza del Duomo. Es, sin lugar a dudas, una de las visitas obligadas en esta escala. Allí podremos observar la gran catedral, consagrada a San Giovanni Battista. Fue levantada en el siglo IX. Destaca por su planta medieval y su pavimentación. Un lugar que, además, era paso de cruzados y peregrinos a Tierra Santa.
En la plaza también podremos observar el palacio barroco del obispo y la fachada del seminario, obra de Mauro Manieri en 1720. Destacar su balcón, con ocho figuras que representan las ciencias; Matemáticas, Ética, Teología, Filosofía, Derecho, Poética, Armonía y Oratoria. En su interior puedes visitar el Museo Diocesano G. Tarantini.
En esta plaza, justo al lado de la catedral, junto al pórtico con crucería ojival de dos colores, se pude encontrar también el acceso al Museo Arqueológico. Es un lugar interesante para ver la historia de la región desde la prehistoria.
Tampoco hay que perder de vista la Loggia Balsamo, con una preciosa balconada con nueve ménsulas que muestran figuras alegóricas.
Si nos vamos al distrito de San Pietro degli Schiavoni, podemos ver algunos ejemplos de la antigua ciudad romana. Podemos admirar el pavimento, los restos de casas civiles y un complejo termal. Además, muy cerca está también Porta Mesagne, con los restos de las cinco bañeras de cal que se usaban para filtrar el agua potable que venía de Pozzo Vito.
La zona más agradable para los paseos es, sin lugar a dudas, Lungomare. Aquí también podrás disfrutar de un delicioso helado. Es el paseo marítimo en el que algunos edificios ilustres nos sorprenderán en el camino. También es el lugar en el que se levanta el monumento al marinero de Italia. Un enorme monumento de 53 metros de altura realizado en carparo con la estatua de la Virgen “Stella del Mare” sobre el altar. El monumento fue inaugurado por el rey Vittorio Emanuele III en 1933. Es el encargado de custodiar una cripta con los restos de los marineros muertos en las guerras desde la unificación de Italia.
No te olvides de visitar también el Palacio Montenegro o el Hotel Internacional. Este último es el símbolo de la época dorada de la ciudad, en el siglo XIX. Un momento en el que había un gran tránsito de pasajeros y mercancía que, con la apertura del Canal de Suez, salían en tren desde Londres para poder embarcarse a las Indias.
Si te apetece ver algo mas que la ciudad, te recomendamos visitar uno de estos pueblos cercanos cada cual más bonito: Alberobello, Ostuni, Lecce, Polignano a Mare, Otranto y Lecce
Para ello necesitarás contratar alguna excursión o transporte, pero te garantizamos que valdrá la pena