Hay veces que uno no sabe qué crucero escoger. Barcos que parecen similares en cuanto a instalaciones y que realizan exactamente las mismas rutas. Un problema, sobre todo si no estamos familiarizados con esto de las navieras y demás. No obstante, hay algunas cosas que podemos tener en cuenta para poder diferenciar un barco de otro. Datos que podrían darnos bastantes pistas para tomar la decisión final.
¿Qué diferencia a un barco de crucero de otro?
Por ejemplo, tenemos que tener siempre clara la diferencia entre el año de botadura y el año de renovación. El año de botadura nos va a indicar siempre la antigüedad del barco. Un barco nuevo siempre estará impecable. No obstante, si el barco es antiguo pero se ha sometido a una renovación, esto nos indica que su interior ha sido adecuado a las demandas actuales, por lo que estará bien conservado y será apto para nuestro viaje.
Ya sabemos que eso de las dimensiones se nos escapa un poco, más cuando hablamos de dimensiones tan grandes. El registro bruto es el tonelaje total del barco. El dato nos puede dar una ligera idea de las dimensiones de este. Si queremos saber si estamos ante un gran barco o un barco mediano o pequeño, debemos fijarnos en datos como la eslora/manga, o lo que es lo mismo, la distancia que hay en un barco desde la proa hasta la popa. Comparando varios barcos tendremos claro qué tipo de embarcación tenemos delante. Una pista, los de Royal Caribbean suelen ser los más grandes.
El número de pasajeros que un barco puede albergar, también nos indicará lo grande que es. Ahora bien, en relación con este dato, también es interesante saber el número de tripulantes ¿por qué? Muy sencillo, con estos dos datos podremos ver cuál es el ratio de pasajeros por cada tripulante. Cuanta más tripulación, en relación a los pasajeros, tendremos un mejor servicio.
Si en un restaurante hay 100 mesas y 10 camareros, tendremos siempre un servicio peor que en un restaurante con 100 mesas y 20 camareros. Lo mismo sucede en la totalidad del barco. Pensad que esa tripulación se tiene que repartir en todas las zonas, tanto restaurantes como piscinas, salas, simuladores, spa etc.
Si nos fijamos en el dato del número de camarotes podemos pensar que, a más camarotes tenemos en un barco mayor es este. Bueno, en realidad esto es relativo. Tenemos que fijarnos también en el tamaño total del barco. Unos camarotes pequeños pueden ser asfixiantes. Además, si el barco no es demasiado grande, tantos pasajeros juntos pueden dar como resultado mayor saturación en ciertos servicios. Ahora bien, un barco grande,con más camarotes, seguramente nos depará un crucero con más actividades y un montón de oferta de entretenimiento. Como vemos, muchas veces el tamaño sí importa.
Otro dato importante es el idioma. Desgraciadamente hay aún muchas compañías que cuentan con programas íntegramente en inglés. La buena noticia es que en la mayoría de barcos tienen personal que hablará nuestro idioma sin problemas, y que, además, cada vez son más las rutas que se centran en dar un servicio completo en castellano.
No obstante, para no llevarnos una mala sorpresa cuando lleguemos al barco, lo mejor es fijarnos siempre en el idioma que predomina en el barco en cuestión. Otro consejo, hay navieras cuyo personal, en su mayoría, habla español, como por ejemplo Pullmantur.
Es momento de fijarnos en las instalaciones a bordo. Dependerá del tipo de viaje que queramos hacer. Por ejemplo, si queremos realizar un viaje para relajarnos, quizá nos interese que el barco, ante todo, cuente con spa y piscina. No obstante, si somos deportistas deberíamos fijarnos en sus áreas deportivas.
Los más jóvenes buscarán la discoteca y los clubs. Asimismo, si viajamos con niños es importante fijarnos en aquellos cruceros que cuentan con programas infantiles, desde clubs para niños hasta servicio de guardería.
Finalmente llegamos al número de restaurantes. Los grandes buques cuentan con una amplia oferta gastronómica con diversos restaurantes, algunos de ellos de especialidades. Por otro lado, los barcos más pequeños reducen bastante esta opción de elegir. Todos cuentan con restaurantes principales, incluidos en el precio, pero si queremos algo más variado, debemos optar por los grandes barcos.