Una de las grandes preocupaciones a la hora de hacer un crucero (y de irse de vacaciones en general) son esos kilos de más con los que puedes volver, y no de equipaje precisamente.
Ya os comentamos en una ocasión anterior que es posible controlarse, y que hay algunos trucos para intentar evitar engordar en un crucero a pesar del atractivo pero peligroso Todo Incluido. No obstante, además de controlar lo que comes, también puedes realizar ejercicio. Ten en cuenta que practicar deporte a bordo de un crucero es completamente posible.
¿Cómo practicar deporte a bordo del crucero?
Las opciones varían muchísimo dependiendo del tipo de crucero y compañía que escojas. Hay barcos más grandes que tienen más espacio y por tanto disponen de pistas multideportivas, por ejemplo, una solución perfecta para poder ubicar varios deportes en un mismo espacio, desde fútbol o voleibol hasta baloncesto y en las que podrás hacer ejercicio y divertirte al mismo tiempo.
Recuerda las cinco formas de hacer deporte que te recomendamos en este mismo blog hace unos días.
Hay barcos que cuentan incluso con zonas deportivas poco convencionales como pueda ser un rocódromo ¿Imaginas la sensación de escalada mientras contemplas el mar y dejas que la brisa del océano te acaricie suavemente? Pues sí, es posible también.
Los amantes del golf encontrarán en algunos cruceros desde simuladores hasta zonas de minigolf para poder practicar con toda la familia ¿Te gusta patinar? Hay compañías como Royal Caribbean que han incluido en sus barcos más grandes pistas de hielo para poder practicar o incluso iniciarse en un deporte tan maravilloso y estético.
La mayoría de barcos de crucero suele contar, además, con una zona para los runners. Hacer unas carreras de buena mañana con el mar de fondo disfrutando del amanecer o bien por la noche, antes de irte a cenar, podrían ser actividades que te mantendrán en forma durante todo el viaje.
Quizá la piscina no sea el mejor de los lugares de un barco para ponerse en forma, pues puedes no estar solo o no poder hacer largos. No obstante, hay compañías que organizan clases de ejercicio en el agua, clases de aerobic en esta zona u otras actividades en horarios en los que no hay tanta gente. Infórmate siempre en el diario de a bordo; ahí podrás ver bien cuáles son tus opciones y cuál encaja mejor con tus gustos.
También está el crucerista que no quiere dejar su rutina de gimnasio a un lado. Rutinas que pasan desde máquinas aeróbicas hasta zonas de musculación. Lo cierto es que esto es lo más sencillo de encontrar. La inmensa mayoría de barcos tienen gimnasio, algunos más grandes que otros, pero no suelen ser zonas muy frecuentadas, o al menos no tanto como una piscina a pleno sol con tumbonas, por lo que encontrar aparatos libres es fácil.
Ponte en forma con una de estas máquinas, comienza un circuito o bien infórmate con el personal del barco, pues muchas compañías incorporan también monitores que impartirán todo tipo de clases, desde yoga, pilates hasta tablas de musculación para aquellos que no quieren ganar ni un centímetro de grasa, pero tampoco quieren perder ningún milímetro de musculatura.
Practicar deporte a bordo de un crucero, como puedes ver, es completamente posible. Pero, además, recuerda que no siempre todo es trabajar el cuerpo. Relajarse también es necesario, y en eso, los cruceros te lo ponen aún más fácil. No olvides pasar por las zonas de spa (la inmensa mayoría de cruceros cuentan con una).
Relájate en un jacuzzi, entra en la sauna y depura tu piel, sométete a alguno de los múltiples tratamientos a manos de profesionales y aprende a cultivar tu cuerpo de otra forma. Ten en cuenta los consejos que te dimos para cuidar tu cuerpo en un crucero.
Por último, recuerda que, en las escalas por las grandes ciudades, las excursiones en tierra están cargadas de paseos. Conocer una ciudad, andar y disfrutar de sus monumentos puede ser también un buen momento para ejercitar tus piernas y bajar el exceso de calorías que vas a consumir en estas fechas vacacionales.
Pero, sobre todo, no te obsesiones. No todos los días uno tiene la oportunidad de relajarse en el mar. Practicar deporte es necesario, pero también lo es visitar todas y cada una de las zonas comunes de un barco, desde restaurantes hasta cafeterías, cines o incluso parques acuáticos.