Los barcos de crucero son auténticas ciudades flotantes. Conocer un barco de crucero nada más llegar es bastante complicado. No sería la primera vez que alguien ha terminado dando vueltas sin saber muy bien por dónde ir. No obstante, si no queremos perder la orientación en un crucero, hay algunas cosas que podemos hacer antes y durante nuestra estancia.
Consejos para no perderte en un crucero
Para empezar, no es necesario que tengas una amplísima terminología náutica. Tú has llegado a ese crucero a disfrutar y no a trabajar como grumete. Realmente no tienes por qué saber cómo funciona un crucero. No obstante, sí sería interesante que pudieras entender y asimilar varios conceptos náuticos por el tema de la orientación dentro del barco; así, el estribor sería el nombre que recibe el costado o parte derecha de la embarcación; el babor es el nombre que recibe el costado o parte izquierda de una embarcación; la proa de un barco es la parte delantera del mismo, la que tiene forma de cuña y es la encargada de ir cortando las aguas a medida que avanza; finalmente, la popa es la parte trasera o posterior del barco. Es el final de la estructura, el lugar en el que están instaladas las hélices y el timón, para dar impulso y dirección.
Teniendo en cuenta lo anterior, una de las primeras cosas que podemos hacer para ubicarnos en un barco, comienza antes de subir. Una vez tengas asignado el número de cabina, es interesante acudir a los planos del barco que estarán disponibles de forma online. Encontrar y revisar estos planos, te va a permitir localizar tu cabina. Sabrás en qué lugar está, si está en popa o proa, cuál es el ascensor más cercano y qué zonas comunes tenemos cerca. Esto nos ayudará mucho el día que embarquemos. Por lo menos al principio, cuando todo es tan desconocido para nosotros.
El día que llegas al crucero, quizá empieces a ser consciente de lo grandes que son estos barcos. Ahora no es momento de amedrentarse, hay que ubicarse en su interior. Llegarás correctamente al camarote gracias a tus propios conocimientos y la información de la tripulación, que siempre estará a tu disposición. Una vez estés allí, fíjate bien en el plano que hay tras la puerta para ver nuevamente dónde estás.
Al llegar al barco también es necesario tomar el plano que está siempre disponible en el vestíbulo principal. Hay veces que este plano se entrega junto con la tarjeta del camarote; no obstante, si no es así, pregunta directamente dónde está, pues es muy útil para localizar todas las zonas comunes y tener una orientación clara en el barco.
Es interesante saber que, si el número de tu camarote es de 4 dígitos, el primer número es el piso y el resto pertenece al número de la cabina. Asimismo, si tu cabina tiene 5 dígitos como número, los dos primeros hacen referencia al piso, mientras que el otro es el número de cabina en sí.
No es el único dato que podemos memorizar para ubicar nuestra cabina. Lo cierto es que algo muy importante es saber si el número de cabina es impar o par. Para saberlo, debes fijarte siempre en los indicadores de número de cabinas que están en la entrada de los pasillos, para no ir nunca por el lado equivocado.
Una opción muy interesante para ubicarse en un barco es la de usar los ascensores como referencia. Es decir, se puede localizar el ascensor que nos quede más cercano a la cabina y tomar un punto de referencia en la misma vertical del barco. Así, podremos saber si nuestro ascensor nos conduce al buffet, al casino, al teatro, al spa o al gimnasio. Otro punto de referencia que nos vendrá genial para no perdernos en esta descomunal ciudad flotante.
Finalmente, no te olvides de observar la señalización del barco. Sí, por todas las zonas comunes encontrarás carteles que irán señalándote las partes más importantes del barco. Además, en última instancia siempre puedes preguntar a alguien de la tripulación para que te ubique.
Otros consejos útiles para hacer un crucero