Son muchas las zonas por el mundo por las que se puede viajar en crucero. Podríamos decir que casi ningún lugar de nuestro planeta se resiste al mercado de las navieras turísticas. No obstante, siempre hay favoritos, y entre los más buscados, las rutas por el Báltico son de las más apreciadas.
Un crucero por el mar Báltico nos permitirá vivir una travesía llena de aventuras. No nos olvidemos del lugar al que nos aproximamos; un mar surcado por vikingos hace muchos siglos. Tierras verdes y puertos naturales que han sido algunos de los puntos más estratégicos de la vieja Europa. Sí, aquí hay grandes ciudades como San Petersburgo, Copenhague o Estocolmo.
En un crucero por el Báltico puedes conocer países como Alemania, Dinamarca, Finlandia, Rusia o Estonia. Si atendemos a esto, podremos darnos cuenta de que una de las ventajas más maravillosas de las rutas por el Báltico es que en un mismo viaje podremos conocer un sinfín de destinos del norte de Europa. Además, los recorridos entre escala y escala son cortos, por lo que disfrutaremos de más tiempo en tierra. Ahora bien, hay temas importantes que no podemos obviar, como por ejemplo, el clima.
¿Cuándo es la mejor época para hacer un crucero por el Mar Báltico?
Para empezar, tenemos que dejar claro que las navieras concentran sus viajes por el Báltico entre mayo y septiembre. Algunas se atreven a viajar las primeras semanas de octubre, pero son pocas. Así, tenemos claro que viajar al Báltico hay que hacerlo o en primavera o en verano.
Ambas estaciones cuentan con un lado positivo y un lado negativo. Para empezar, en primavera hay menos turistas. Los barcos aún no están hasta arriba de cruceristas, pues la mayoría de gente se espera a las vacaciones de verano. El clima es templado y agradable, aunque no es tan cálido como en el Mediterráneo, por ejemplo.
Por otro lado, en verano tendremos mucho más calor, mejor clima pero más gente. Si optamos entre los meses de junio y julio, además, podremos tener la oportunidad de experimentar del famoso sol de medianoche.
El Sol de Medianoche
El sol de medianoche, o día polar, es un fenómeno natural que se observa en el norte del círculo polar ártico y en el sur del círculo polar antártico. Durante unas fechas concretas, próximas al solsticio de verano, el sol es visible durante las 24 horas del día. Es lo contrario a lo que se conoce como noche polar.
El sol de medianoche da lugar a fenómenos atmosféricos como las noches blancas. Ocurren en las últimas semanas de junio, en las zonas de las regiones polares. Aquí, los atardeceres son tardíos y los amaneceres comienzan antes. Por tanto, la oscuridad nunca es completa.
Las noches blancas son un motivo de celebración en ciudades como San Petersburgo, por lo que si viajamos en estas fechas por el Báltico, sería recomendable hacer escala aquí; y es que en San Petersburgo, en estas fechas, el sol no se pone hasta las 10 de la noche y el crepúsculo dura casi toda la noche. Durante estos días, además de vivir algo completamente diferente e inusual en otras partes del mundo, se celebran un sinfín de eventos culturales. Hay festivales masivos de arte, entradas gratuitas a museos, exposiciones y conciertos. Ver San Petersburgo en junio es, por tanto, una verdadera maravilla.
¿Qué navieras recorren el Báltico?
En cuanto a las navieras, prácticamente todas las grandes líneas de cruceros turísticos realizan travesías por esta zona de Europa. Así es posible contratar una ruta por el Báltico con navieras tan importantes como MSC Cruceros o Costa Cruceros. También con las compañías mejor valoradas por los usuarios, como NCL. Incluso Pullmantur, la naviera favorita por los españoles, organiza algunas rutas de mayo a septiembre para conocer la riqueza cultural y gastronómica de esta zona del viejo continente.