Qué ver en Trieste: cruceros con salida desde Trieste

Cuando escogemos un crucero que parte desde otra ciudad que no es la nuestra, podemos tener ventajas que a simple vista no vemos. Sí, vamos a tener que gastar en el traslado a esa ciudad. No obstante, miremos eso como algo positivo. Si viajamos unos días antes, siempre podremos conocer una ciudad más. Además, a la vuelta también podemos aprovechar esos días para ver zonas de las inmediaciones, haciendo así nuestras vacaciones un poco más largas. Trieste, por ejemplo, es una ciudad cómoda desde la que parten muchos cruceros.

Trieste es una ciudad italiana a pocos kilómetros de Eslovenia. Un lugar que fue austrohúngaro y que, por tanto, cuenta con un crisol de culturas e influencias enorme.

Canal Grande en Trieste

Esta ciudad cuenta con un pequeño puerto turístico que acoge muchos cruceros durante el año. Sí, es puerto de salida de muchos de ellos, así pues, en nuestros cruceros con salida desde Trieste podemos aprovechar para ver lo que la ciudad guarda para nosotros.

¿Qué podemos ver en Trieste?

Podemos comenzar por el Castillo de Miramare. Este precioso castillo se construyó entre 1856 y 1860 por petición del archiduque Maximiliano de Hasburgo.

Castillo de Mirarmar, Trieste

Su fachada blanca contrasta enormemente con el azul del mar. Un castillo que se divide en varias áreas. La planta baja, por ejemplo, fue la residencia de Maximiliano I y su esposa. El primer piso también se acondicionó como residencia para el duque Amadeo II de Aosta.

En la actualidad podemos visitarlo observando, entre otros, una valiosa colección de jarrones orientales. Podremos ver las habitaciones de Maximiliano, la sala de información que cuenta la historia de este castillo así como las habitaciones de Amadeo de Aosta. Hay que señalar que su estado de conservación es realmente bueno, con un sinfín de muebles y objetos de la época.

No podemos dejar de pasear por el centro de Trieste. Una preciosa ciudad con unos aires que se alejan de la típica ciudad italiana, quizá por su influencia austrohúngara. Es una mezcla entre culturas perfectamente apreciable en cada una de las zonas del casco histórico. Un paseo agradable para conocer su trazado y ver las encantadoras tiendas y restaurantes.

Pasea por las plazas más importantes, como la Plaza Unidad de Trieste. Es una plaza central, la más grande y bella, que se asoma directamente al golfo de Trieste y que suele ser un lugar en el que se organizan un montón de conciertos y espectáculos varios.

Plaza de la unidad, Trieste

En esta plaza podrás ver, además, el Palacio Modello, el Palacio Comunal, la Casa Stratti o el antiguo Café de los espejos. También están el Palacio del Gobierno, el Pitteri o el Palacio Lloyd Triestino.

No te olvides de ver los restos del teatro romano. Contaba con una capacidad para 6.000 personas, fue construido en el siglo I, aunque fue descubierto en el siglo XIX tras unas excavaciones en la zona. Hay restos bien conservados, aunque no es de los teatros mejor conservados del Imperio Romano.

Por último, una visita obligada, aunque quizá no sea la más agradable, es la de Risiera di San Sabba . El motivo es que estamos ante el único campo de concentración nazi en Italia. Es un lugar al que se destinaban los prisioneros políticos, los judíos y en general los enemigos del régimen.

Este lugar era un campo de transición. Aquí llegaban y eran preparados para su traslado a campos de trabajo forzados o campos de exterminio. Sí, no era un campo de exterminio, pero se calcula que murieron alrededor de 5.000 personas, ya fuera por brutales palizas, fusilados o incluso con gases tóxicos.

Independientemente de este trágico pasado reciente, Trieste es una ciudad en la que disfrutarás paseando y haciendo tiempo antes de tomar tu crucero hacia el Adriático y las islas griegas.

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