¿Merece la pena un camarote con balcón?

¿Qué camarote debo escoger? ¿Es buena idea apostar por un camarote con balcón? ¿Es mejor un camarote interior o sin balcón? Quizá sean algunas de las preguntas más típicas que se suelen plantear a la hora de reservar un crucero. Es cierto que para gustos colores, y que cada crucerista tiene unas necesidades concretas. No obstante, parece oportuno realizar una breve lista explicando cuáles son las ventajas y desventajas de un camarote con balcón. Teniendo los datos, será cuestión de barajar qué nos interesa más.

Ventajas de los camarotes con balcón

Cuenta con muchas ventajas, algunas más evidentes que otras. Para empezar, lo más obvio, un camarote con balcón te permitirá disfrutar de las vistas a todas horas. Despertarte observando el mar, la puesta de sol o el amanecer. Además, también tendrás un lugar privilegiado para admirar la entrada y salida del barco de los diferentes puertos a los que llegues, algo que es cuanto menos es curioso.

Los camarotes con balcón son, además, más grandes. Aunque tuvieran las mismas dimensiones que un camarote sin balcón, automáticamente parecerían más amplios y despejados, algo que hará que la estancia en el barco sea un poco más confortable.

Hay que destacar que estos camarotes son también más luminosos. Un balcón es mucho más grande que una ventana, la luz natural entrará por tanto en mayores dosis, algo que aumenta la sensación de amplitud.

Sin duda es un privilegio poder terminar las noches sentado en tu balcón privado mientras disfrutas de una buena copa observando las estrellas.  Tomar un poco el aire o simplemente sentarte en frente de ese gran ventanal, con la puerta cerrada, te acercará mucho más al mar.

Por último, este balcón te permite ventilar el camarote de vez en cuando, aunque debes recordar que no es recomendable hacerlo en días de navegación.

Desventajas de los camarotes con balcón

Aunque no lo creamos, este tipo de cabinas cuentan con algunas desventajas. Para empezar, los camarotes con balcón son más caros, esto es evidente. Quizá la diferencia con un camarote exterior no sea tanta, pues igual el incremento no supera el 20% del precio final. No obstante, en comparación con un camarote interior, la diferencia de precio es mucha.

Esta diferencia de precio nos lleva a plantearnos otra desventaja, si tu presupuesto es reducido, optar por un balcón quizá haga que te pierdas la oportunidad de adquirir otros paquetes interesantes en tu crucero. Paquetes que pueden ir desde las bebidas incluidas, cenas en restaurantes de especialidades o incluso tours. Quizá dormir todas las noches en un camarote con balcón te haga más difícil disfrutar de ciertos extras del barco como el Spa y sus tratamientos para relajarte.

Dejando a un lado el tema de los precios, que puede parecer más obvio, los camarotes con balcón, al contar con más luz, son incómodos para la gente que necesita plena oscuridad. Habrá que informarse bien del tipo de cortinas con las que cuenta la cabina, pues el sol, en alta mar, comienza a salir muy pero que muy pronto.

Por último, si eres de los que se marea con facilidad, quizá este motivo sea el que te haga tomar finalmente la decisión; y es que los camarotes con balcón suelen estar situados en los niveles más altos del barco, algo que se traduce en mayor movimiento.

Conclusiones

Si nos paramos a pensar en las ventajas y desventajas de forma global, podemos darnos cuenta de que la principal desventaja (obviando problemas de mareos) es el precio. Las ventajas son disfrutar de un viaje mucho más cómodo y con ciertos privilegios.

Si el precio no es problema, adelante. Si vas con presupuesto reducido, quizá sea mejor informarse de los paquetes que te estás perdiendo por reservar un camarote con balcón. Baraja los gastos extras que tendrás en bebidas o restaurantes, y si es más atractivo reservar un paquete de excursiones. Si las cuentas no salen, un camarote exterior puede ser tu solución.

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