En una ruta por el Mediterráneo hay muchas escalas. Escalas que combinan belleza natural con patrimonio histórico, como es el caso de Olbia, una de las ciudades más turísticas de Cerdeña.
Olbia es un maravilloso rincón de Cerdeña. Su encanto y su ubicación han hecho que muchas civilizaciones pusieran sus ojos en ella a lo largo de los siglos. Civilizaciones como los nuragas, los cartagineses o los romanos. El golfo de la ciudad ha sido y es un punto estratégico que todos querían dominar, pero, además, se trataba de una tierra hermosa en la que la vida era francamente apacible, y de ahí que los griegos la bautizaran como Terranoa, Ciudad feliz.
El puerto natural de Olbia permitía que los barcos pudieran comerciar de una forma muy cómoda a través del Mediterráneo, tanto por la parte norte como por la sur. Así, Olbia poco a poco comenzó a crecer, convirtiéndose en un núcleo urbano próspero y rico.
¿Qué ver en una escala en Olbia?
Una escala en Olbia nos ofrece muchísimo. Podemos visitar lugares como la Catedral de San Simplicio. Esta catedral, la que podéis ver en la imagen superior, está construida sobre una antigua necrópolis romana. De esta necrópolis aún es posible ver alguna lápida en su interior, aunque es lo poco que queda de ella.
La catedral se construyó entre el siglo XI y XII, y está consagrada a San Simplicio. Es el único ejemplo del Románico en esta parte de Cerdeña, construida a base de granito y con un interior sencillo pero francamente bonito.
El Corso Umberto es conocido por ser una zona de paseo con preciosos edificios del siglo XIX, algunos más modernos como el Ayuntamiento o la Biblioteca. También cuenta con casas típicas hechas en granito, con un montón de tiendas para comprar regalos y restaurantes para poder degustar alguna de las delicias de la tierra. Además, paseando por el Corso Umberto podremos llegar a plazas como la de la Reina Margarita o Giacomo Matteotti, así como visitar iglesias como la de San Paolo, un precioso templo con granito y cúpula esmaltada de cierto estilo árabe.
Una de las cosas más interesantes para ver en Olbia son los restos cartagineses de la ciudad. Para ello, tendremos que ir andando hacia la Via Acquedotto. En esta parte de la ciudad encontramos lo que queda de la antigua muralla púnica. Si prefieres ver las viviendas, o lo que queda de ellas, tendrás que andar hasta la Via Nanni. No obstante, es importante saber que no es la parte más interesante de la ciudad, pues están en bastante mal estado de conservación.
Siguiendo el rastro de las ruinas arqueológicas, podemos centrarnos en la época romana. El acueducto romano que se encuentra en Olbia es un buen ejemplo. La mayoría de los restos están en el centro de la ciudad. Si queremos ver una parte mejor conservada, es necesario salir de la ciudad y conducir por la carretera Abbas Cabu. Allí, en las afueras, es donde están las zonas en mejor estado.
Lejos del centro histórico están los restos del periodo nurágico. Son las tumbas de los Gigantes: el pozo sagrado (un escenario realmente importante en el culto al agua de esta civilización) y las ruinas de una fortaleza son algunas de las estructuras que podrás ver.
Pero para empaparnos realmente de historia nada mejor que el Museo Arqueológico Nacional. Este museo está ubicado en un islote del puerto, y en él puedes conocer mejor el origen de la ciudad y datos curiosos como los hallazgos en el descubrimiento de 24 barcos naufragados, 2 de ellos de la época de Nerón.
Evidentemente en el puerto de Olbia hay posibilidades de hacer otras excursiones. Podemos visitar la Costa Esmeralda y bañarnos en sus aguas más cristalinas, o bien realizar un mini crucero por el archipiélago de la Magdalena. Este último son 6 islas (sólo 3 habitadas) que conforman un parque nacional. En la isla conocida como Caprera está la casa museo de Giuseppe Garibaldi.
En resumen, Olbia es una escala mediterránea fuera de lo común, en la que se pueden visitar lugares fascinantes que te transportarán a remotos pasados.