Los cruceros fluviales son una excelente oportunidad para visitar ciudades del interior de Europa. El Ródano, por ejemplo, ofrece una perspectiva muy diferente de toda la Provenza francesa. Un río navegable que te acerca a destinos encantadores, ciudades medievales y una gastronomía digna de un rey.
Hacer un crucero por el Ródano, supone unas vacaciones diferentes en Francia. Tienes que tener en cuenta que las ciudades que descansan a orillas de este río guardan un gran legado histórico y cultural de Francia. Ciudades que, en muchas ocasiones, se remontan a la época de los cartagineses, y que poseen un amplio abanico de visitas culturales.
Consejos para hacer un crucero por el Ródano
Los barcos que surcan este río te mostrarán zonas increíbles de la Provenza, Borgoña y Camarga. Ciudades de origen medieval, con paseos agradables entre edificaciones de piedra antigua y con callejones que te remontarán a otras épocas.
Si estás interesado en hacer un crucero fluvial por este río debes saber que tienes muchas fechas disponibles. Quizá la mejor opción sea entre mayo y octubre. Además, recuerda que los cruceros de última hora o los de venta anticipada, son los que cuentan con mejores precios. En cuanto a las compañías, las principales, aquellas que se ocupan de un amplio listado de cruceros fluviales por Europa, son Croisi Europe y Politours.
Escalas en el Ródano
Puedes hacer un crucero fluvial por el Ródano partiendo desde Lyon. Las escalas que vas a encontrar a tu paso son muchas y variadas. Podrías visitar Arles, visitando así los restos de la época romana que fueron declarados sitios Patrimonio de la Humanidad.
Entre ellos, destaca las arenas de Arlés. Se trata de un gran anfiteatro que se construyó un poco después del Coliseo Romano, tomando así sus principales características. Otra opción sería el teatro antiguo, construido a finales del siglo I a.C; los criptopórticos, construcciones subterráneas del foro romano; o bien las Terma de Constantino, entre muchos otros.
No te olvides del circo romano de Arlés. Se trata del edificio romano más grande de toda la ciudad. Se construyó a partir del año 149 para alojar las carreras de carros. Puedes apreciar la cávea (gradas) y uno de los extremos redondeados del circo, que ya dan una imagen de lo descomunal que era este lugar.
Otra parada imprescindible es Avignon. Se trata de una villa rica en patrimonio protegido. Sí, el centro de esta preciosa ciudad también fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por lo que vas a tener muchísimo para ver.
Puedes recorrer el palacio papal. Es el más grande de las construcciones góticas medievales. Se trata de un palacio papal cuyas dimensiones podrían hacer pequeña hasta la catedral. Ocupa 15.164 m2, que se dice pronto. Sus muros son altísimos, y alcanzan unos 5 metros de grosor, una buena defensa, sin duda. Es un monumento sobrecogedor que podrás encontrar en la plaza del mismo nombre.
Al pasear por la ciudad, uno puede observar su pasado medieval. Son muchas las muestras, como las murallas de la ciudad. Tienen un excelente estado de conservación. Fueron construidas por los papas, allá en el siglo XIV. Su estado es tan bueno, que podríamos estar ante las murallas mejor conservadas de una fortificación medieval.
Además, no te olvides de visitar uno de sus símbolos más cuidados, el puente o pont St-Bénézet. Este puente sobre el río Ródano era mucho más de lo que hoy vemos, pues sólo quedan cuatro de los veintidós arcos originales. No obstante, merece la pena visitarlo.
Otra visita en estas escalas podría ser Macon. Es una ciudad que también cuenta con cierto encanto medieval. Entre sus visitas, se pueden destacar el puente sobre el Saône, la catedral ubicada en pleno centro, el Museo de Bellas Artes, la Iglesia católica de Saint-Clément, el muelle Quai Lamartine, el Teatro de Mâcon o el Château des Perrièr.
Sin duda, un viaje por el Ródano es un plan que no podemos rechazar. Un plan que, además, nos permitirá pernoctar en las ciudades donde hacemos escala, algo que aumenta las posibilidades de ocio.
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