Tanto si te gustan los cruceros que parecen ciudades flotantes, como si prefieres un ambiente relajado en una embarcación más pequeña, en el mundo de los cruceros turísticos siempre encontrarás el tamaño adecuado.
Existen principalmente tres tipos de cruceros; los grandes barcos, los barcos medianos y los barcos pequeños. Para empezar, hay que decir que todos estos barcos cuentan con lo necesario para pasar una travesía inolvidable. No obstante, dependiendo de qué tipo de experiencia te apetezca, podrás elegir uno u otro.
Grandes cruceros
Los grandes barcos son los que pueden alojar de 2.000 a 4.000 pasajeros. Son a los que nos referíamos con “auténticas ciudades flotantes”. Embarcaciones grandísimas con un montón de opciones de restauración y ocio.
Más que barcos parecen hoteles resorts, de esos en los que no hace falta salir de ellos para encontrar todo lo que necesitas.
Este tipo de barcos son ideales si no te importa compartir barco con un montón de gente. También si no quieres aburrirte con las ofertas gastronómicas, pues normalmente suelen contar con muchísimas alternativas de restauración. Además, son barcos que tienen una amplísima oferta de actividades, no sólo programas de entretenimiento con espectáculos o talleres, también zonas reservadas a ello. Puedes encontrar desde una pista de patinaje, un simulador de coches de carrera o una pared de escalada o un parque acuático en alta mar.
Estos barcos cuentan, además, con gimnasios y zonas de spa bastante grandes, adecuadas al número de pasajeros.
Si viajas con niños pueden ser una buena opción, pues suelen tener zonas especiales para ellos y personal cualificado que se encargará de sus programas de entretenimiento.
Por el contrario, si lo que quieres es un trato mucho más personal y cercano, quizá este no sea el tipo de cruceros que necesitas. Además, al ser tan grande vas a necesitar más tiempo y antelación para llegar a los diferentes lugares del barco, teniendo también que lidiar con más gente para los diferentes servicios.
Cruceros en barcos medianos
Los barcos medianos son los que pueden alojar de 1.000 a 2.000 pasajeros. Barcos un poco más pequeños que combinan a la perfección cosas de los barcos grandes y los pequeños.
Estas embarcaciones son lo suficientemente grandes para ofrecer un gran número de zonas comunes, como varias piscinas, varios restaurantes y muchas actividades a bordo. También cuentan con gimnasios y spa, quizá más pequeños, pero perfectos para este tipo de barcos. Además, la atención es más personalizada.
Por otro lado, cuentan con itinerarios muy interesantes. Puertos un poco más pequeños a los que un gran barco no puede acceder.
En el lado contrario, en las contras, nos podemos encontrar con camarotes más pequeños y que quizá los restaurantes no tengan horario libre para las cenas. Además, suelen ser barcos con menos oferta para las familias, por lo que si viajas con niños quizá no sean tan atractivos.
Barcos pequeños para un crucero
Por último, nos encontramos con los barcos pequeños de menos de 1.000 personas. En estos barcos vamos a encontrar un espacio más reducido, pero también menos compañeros de viaje, algo que lo hace muy atractivo si lo que queremos es viajar tranquilos.
Nos encontramos con menos opciones de restauración, sí, pero también con menos colas a la hora de desayunar o comer. Además, estos barcos suelen tener un nivel gastronómico bastante alto.
Aunque el espacio es menor, está muy pero que muy aprovechado. Los servicios son muy exclusivos y la atmósfera, en general, es relajada. Además, no por tener menos metros dejan los camarotes de lado. Todo lo contrario. Menos pasajeros y muchas más comodidades en cada uno de los camarotes.
En estos casos, el plato fuerte suelen ser los itinerarios. Teniendo en cuenta que son barcos mucho más pequeños, pueden atracar en muchísimos más puertos. Eso hace que las rutas sean diferentes y bastante más interesantes que las más comerciales en barcos mucho más grandes.
También hay que ver la parte menos positiva. Son cruceros caros. Sí, el lujo se paga. Suelen tener precios bastante más altos. Además, están muy limitados en eso de los programas infantiles y todos los servicios para el crucerista (como gimnasio, spa y demás) son bastante más reducidos, incluso la piscina.
Y ahora, sabiendo sus ventajas y desventajas, ¿con qué tipo te animarías a hacer un crucero?