En el camarote de un crucero hay que seguir una serie de normas. Hay que recordar que será nuestra casa en las próximas semanas, pero no todo vale. Hoy queremos mostrarte una serie de cosas que no debes hacer en tu camarote ya que podrían meterte en un lío.
¿Qué cosas no debes hacer en un camarote?
Primero, no puedes fumar. Esta es una de las normas básicas que has de cumplir durante el viaje. No sólo porque el crucero en sí sea un espacio sin humos, sino también por razones de seguridad, para evitar incendios en los barcos producidos por cigarrillos mal apagados. Parece una exageración, pero las navieras se toman esto muy en serio. Por este motivo, la mayoría de las compañías incluyen detectores de humos en los camarotes.
¿Se puede fumar en el balcón del camarote? Cada naviera tiene sus normas. La mayoría no lo permite. El motivo sigue siendo la seguridad, ya que en alta mar pueden producirse ráfagas fuertes de viento. Fumar y tirar un cigarrillo encendido puede terminar en una tragedia.
¿Significa esto que no puedo fumar en un crucero? Sí que es posible fumar. Ahora bien, infórmate de las zonas específicas para hacerlo. Los barcos habilitan espacios para que los fumadores puedan hacerlo sin problema alguno. Recuerda, además, que fumar en zonas no habilitadas o en las que esté prohibido hacerlo, puede terminar con una sanción al pasajero que deberá abonar antes de bajar del crucero. Por cierto, también está prohibido encender velas o incienso en un camarote. Son dos elementos que si los detectan en tu equipaje, no dejarán que los subas a bordo.
La segunda norma a tener en cuenta tiene que ver con el hecho de que en los baños del camarote no podrás enchufar tu secador, el que hayas traído en el equipaje. Solo podrás enchufarlo en la toma de corriente que está en el escritorio, junto al espejo. En el baño sólo hay un enchufe y es para el afeitado. Si intentas enchufar tu secador podrías quemar un fusible, e incluso producir un cortocircuito. Así que mejor no te arriesgues.
Otra de las normas básicas en un crucero es no producir ruidos molestos. La zona de los camarotes es una zona de descanso. No significa que no puedas ver la tele o escuchar música, pero intenta que el volumen no esté demasiado alto. Puedes tener problemas con la naviera si nuestros “vecinos” se quejan de nosotros. Además, cuentas con bastantes zonas de ocio en el barco como para montar una fiesta en el camarote ¿no crees?
Por otra parte, y aunque parezca algo obvio, es importante recordar que el viento es impredecible, sobre todo en alta mar. Por tanto, no es recomendable dejar la ropa colgada en el balcón. Puede que así se seque antes el bañador, pero hay varios motivos por los que no es buena idea tenderlo fuera. Para empezar, si olvidamos las prendas cuando el barco zarpe, quizá terminen volando. Y además, si estamos en un crucero en el que se permite fumar en los balcones, tener algo inflamable colgado puede ocasionar un problema.
Otra recomendación IMPORTANTÍSIMA es que no dejemos abierta la puerta del balcón. Por un lado, porque el aire que entra hará que el aire acondicionado, o la calefacción, trabaje de forma menos eficaz, lo que ocasiona un desperdicio de la energía del barco. Por otra lado, si dejamos la puerta abierta y abrimos la puerta de la cabina, se puede crear un túnel de viento que hará que todo vuele por los aires. En estos casos podrías incluso salir tú lastimado. Por todo ello, es importante cerrar siempre la puerta del balcón.
Para terminar, unas normas básicas de convivencia que es recomendable tener en cuenta. En el camarote es posible que encuentres algunas amenities como albornoz, zapatillas, toallas. Ten en cuenta que estas son cortesía de la compañía, para su uso durante el crucero, y en el caso de que las lleves a casa, o que se encuentren deteriorados, es posible que te carguen el coste de las mismas en tu cuenta de a bordo. Además, cuida el mobiliario de la cabina durante la estancia, ya que en caso de encontrar desperfectos, si son muy evidentes, podrían pasarte factura.