Atenas, capital de Grecia y cuna de la civilización occidental. La ciudad en la que se originó la democracia es, sin lugar a dudas, una de las visitas más ansiadas por los cruceros por el Mediterráneo. Hay que tener en cuenta que el Pireo, el principal puerto de Grecia, no es sólo la entrada al país, sino también a la ciudad.
El puerto del Pireo está a 15 km de Atenas, siendo uno de los más grandes de toda Europa. Para llegar hasta la urbe puedes usar el metro o el autobús urbano, por lo que está perfectamente conectado. Además, también podrías escoger algunas de las excursiones de la naviera con la que viajes, algo que te facilitaría enormemente el tema de los traslados.
Teniendo en cuenta esto, hay que señalar que una escala de un día en Atenas quizá no sea suficiente para conocerla en profundidad. No obstante, las horas que pases en tierra pueden aprovecharse al máximo para poder ver lo más importante ¿y qué es lo más importante de Atenas? Claro está, la Acrópolis.
¿Qué podemos ver en Atenas en un solo día?
La Acrópolis está ubicada en la zona más alta de la ciudad, a unos 156 metros sobre el nivel del mar. Por lo que ya, su sola aparición, va a impresionarte muchísimo. Es el principal monumento de Atenas, pero también de toda Grecia; y es que estarás ante el conjunto arquitectónico más representativo de la cultura griega y de la época clásica. Por eso, si pasas un solo día en Atenas, ésta es la única visita que no deberías perderte.
La Acrópolis es grande, por lo que te ocupará prácticamente todo el tiempo que estés en la ciudad. Sube por la colina y ve descubriendo todos los edificios que la conforman. Para empezar, el Teatro de Dionisio, que está antes de acceder al recinto en sí.
En la Acrópolis, tras pasar la puerta de acceso (Propileos), podrás descubrir edificios como el maravillosos Partenón y el Erecteión, el Templo de las Cariátides, esas columnas con forma de mujer que han sabido resistir al paso del tiempo. Sigue recorriendo la zona para descubrir los restos de otros templos.
Cuanto te canses de la Acrópolis, no creas que está todo visto. Ni mucho menos. Es momento de pasar al Ágora de Atenas. Mientras que la Acrópolis era la sede de los principales lugares de culto, el Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas. También era un foco religioso y cultural, así como el lugar en el que se impartía la justicia.
La ciudad también cuenta con el Ágora romana, o lo que es lo mismo, un antiguo foro romano. Aquí se pueden ver restos como los de la Puerta de Atenea, vestigios de letrinas romanas o incluso los restos de la biblioteca de Adriano.
Uno tiene la sensación de que, en Atenas, las ruinas nunca terminan. Lo cierto es que si paseas por la ciudad te encontrarás con un montón de restos arqueológicos de menores dimensiones como la Linterna de Lisícrates o el Aerópago, una pequeña elevación rocosa frente la Acrópolis, lugar en el que se celebraban los juicios.
¿Cambiamos de época? Puedes dirigirte a la famosa plaza Syntagma, que es la plaza más importante de la ciudad y sede del gobierno griego. En ella, además, también hay otros organismos públicos y sedes de algunas grandes empresas.
Cerca de esta plaza también puedes visitar dos templos importantes, la iglesia Panaghia Kapnikarea, una pequeña pero hermosísima iglesia bizantina que casi fue demolida para ampliar la zona comercial. También la Catedral Anunciación de Santa Maria, una iglesia ortodoxa ubicada en el barrio de Plaka.
Plaka es el barrio que está a los pies de la Acrópolis. Por cercanía a la misma es recomendable su visita. No obstante, no es sólo por eso; y es que Plaka es uno de los barrios más pintorescos de la urbe. Cuenta con pequeñas placitas y calles estrechas. Un lugar que rebosa encanto y que, además, cuenta con un sinfín de tiendas y restaurantes.
Estando por la zona…
En esta parte del Mediterráneo sin duda visitarás alguna otra isla del país heleno: Santorini, Creta o Corfú pueden ser alguno de tus siguientes destinos, de modo que mejor es que te informes también de ellos: