Hasta hace unos meses mi opinión sobre los cruceros era indiferente. Actualmente, embarcaría sin pensarlo. Es amor a primera vista. Gracias a VayaCruceros he vivido esta nueva experiencia. Descubrir el Brilliance of the Seas de la naviera Royal Caribbean International. Partiendo de la base de que nunca había pisado un barco de grandes dimensiones, los únicos cruceros que conocía eran los que había visto en las películas. Y como en una película me sentía cuando tras cruzar las puertas de la terminal de cruceros me aproximaba al barco.
Mi idea de crucero se había construido sobre la grandiosidad de su tamaño. El Brilliance of the Seas se enmarca en la Clase Radiance. Su tonelaje se corresponde con un tamaño medio y su capacidad de pasajeros es de 2501 y 859 tripulantes. El buque más impresionante de la naviera es el Harmony of the Seas perteneciente a la Clase Oasis. Capaz de albergar hasta 6400 pasajeros y 2394 miembros de la tripulación. Hechas las comparaciones, el Brilliance se corresponde en menor medida a la idea de crucero ultra voluminoso. Me llamó la atención su diseño a imagen de gran yate.
Brilliance of the Seas cuenta con 13 cubiertas. Me gustaría optar por este buque, porque su tamaño mediano permite un flujo de clientes menor que en un crucero enorme. Más espacio, menos colas y mejor calidad en el servicio personalizado. Cuenta con 1054 camarotes: 238 camarotes interiores, 818 exteriores y 577 camarotes con balcón. Según las estadísticas de Royal Caribbean International, este barco está puntuado con un 7.8 sobre 10 y su ratio de servicio es de 2.6 por persona. ¿Ratio de servicio? A cada persona le atienden una media de 2.6 empleados.
Una de mis principales preocupaciones era el idioma. La naviera ofrece servicio en seis idiomas: español, inglés, portugués, francés, italiano y alemán. De hecho, al acceder me dieron los buenos días en español. Con esta naviera no viví ningún problema de comunicación. Siempre hay alguien que te ayuda y hace lo posible por hacerte feliz.
Desde que entras se respira sofisticación. Cuadros de arte contemporáneo, una galería de arte en subasta, elegantes escaleras, murales cosmopolitas, luces… Muchas luces que te transportan a esa película personal donde palpita el lujo y te sientes especial. Sus instalaciones combinan los espacios abiertos con las vistas panorámicas. Su interior se estructura en un vestíbulo central de nueve pisos. ¡Aluciné en el teatro! Se puede asistir a numerosos musicales al estilo Broadway. Piensa que puedes ver uno distinto cada noche. El Casino Royale brilla como el oro. Su decoración es exquisita. Fue uno de los lugares que más me gustaron. Se suman 16 bares y salones decorados con diferentes estilos, formas y motivos.
Confirmé que si realizas un crucero no te aburrirás ni un segundo. La variedad de actividades de ocio es muy amplia. Chapotear en las piscinas (exterior y cubierta), relajarte en un jacuzzi, broncearte en el solarium, entrenar en el gimnasio, disfrutar de un masaje, ir a la peluquería, al casino, después al teatro y luego a los distintos salones. ¡Y… todo lo que quieras! Porque una vez has embarcado puede que te olvides de las escalas, creo que desearía más días de navegación para disfrutar de todo lo que se ofrece.
Y bueno… Llego a esa parte tan especial, tan popular, tan deseada como es la comida a libre albedrío. El apetito sin razón que se siente cuando te expones ante un buffet. Durante mi visita tuve la suerte de probarla. El buffet es amplio se pueden encontrar numerosas opciones básicas: arroz, patatas, verduras, ensaladas o pasta para combinar con las numerosas salsas. Sirven variedad de embutido, quesos, comida vegana, platos elaborados con carne, pizzas, hamburguesas al gusto, cocina sin gluten y especial para diabéticos, etc. La variedad es suficiente para salir saciado y contento, porque los platos que probé me resultaron muy ricos. Respecto a las bebidas básicas se puede optar por agua, limonada y dos tipos de te. La calidad de Royal Caribbean International es muy buena. ¡Sin duda lo mejor fueron los postres! También, se puede cenar en el restaurante a la carta o en uno de los restaurantes de especialidades. En Chef’s Table sorprendería a mi pareja con una cena romántica; Izumi ofrece una deliciosa selección de sushi a la carta; Rita’s Cantina ofrece los sabores y colores de la deliciosa comida mexicana; y en el restaurante italiano Giovanni’s Table me encantaría pedir mi plato de pasta favorito bajo el asombroso mural que domina el salón.
Si como yo, eres de los que no dejan el móvil durante las vacaciones, ¡estás de suerte! La naviera tiene un acuerdo con la compañía Voom, que permite el acceso a internet a bordo. ¡Ojo! Tiene un precio aproximado de 19 dólares por aparato y día. Si se reserva 15 días antes sale a unos 8 dólares diarios. ¿Te compensa? Me han insistido en que me olvide de llamar por teléfono si no quiero llorar cuando vea el recibo a mi regreso. Creo que lo mejor es seleccionar el modo avión.
Las familias tienen múltiples posibilidades para el cuidado de los más pequeños. Pueden quedarse en la zona de niños de 9.00 a 22.00 horas. La única condición es que sean autosuficientes para ir al baño. Otra opción es contratar a una canguro que cuida a tu hijo en el camarote de 22.00 a 2.00 horas por unos 19 dólares/hora. Además, se realizan distintos talleres para que los padres e hijos compartan tiempo y actividades con los peques. También, hay un salón de ocio para adolescentes, de 13 a 17 años, donde hacer amigos seguro que es de lo más divertido. Se lo he recomendado a mis sobrinos, que se aburren en todos los viajes.
¿Quién dijo nunca? Salí más convencida de lo que entré. Siempre busco unas vacaciones donde predominen las facilidades, la diversión y el confort. Me he dado cuenta de que siempre hay un crucero que se adapte a cada persona y sus gustos. Un crucero no es medio de transporte sino un compendio de servicios que llevan la navegación más allá de tu imaginación. Se visitan las ciudades más hermosas de mundo y los puertos más transitados. ¡Vives una experiencia única y aprovechas las vacaciones al máximo!