El puerto turístico de Livorno es una parada para muchos cruceros que surcan el Mediterráneo, y aunque la ciudad sea preciosa, y cuente con rincones dignos de ver, lo cierto es que los cruceristas prefieren embarcarse en otro tipo de rutas, adentrándose por la Toscana.
Existen dos ciudades que son las más visitadas en estas escapadas: Florencia y Pisa. Pero aunque cuentan con un sinfín de lugares históricos, llenos de belleza arquitectónica, existen otras posibilidades a la hora de realizar excursiones desde Livorno.
Lucca, por ejemplo, es una preciosa ciudad de esta región. A tan sólo 50 kilómetros de Livorno, podremos visitar las murallas de esta ciudad. Éstas quedaron intactas hasta su expansión y modernización, algo bastante inusual en la época. Así, en nuestros días, se puede gozar de unas murallas totalmente intactas adornadas con un sinfín de árboles y vegetación autóctona.
Este será un buen aperitivo, pues en Lucca encontramos otros lugares interesantes como la Casa di Puccini. Giacamo Puccini fue un músico muy importante, considerado entre los más grandes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Puccini nació aquí, por este motivo, además de su casa, también podremos encontrar el Museo sobre Giacomo Puccini, con un gran número de fotos, manuscritos, libretos originales y objetos relacionados con su vida.
Templos no faltarán en nuestra visita, pues además de la imponente catedral renacentista de San Martín, también encontraremos las iglesias de San Miguel, San Frediano, Santa María Forisportam, Sant Alessandro, San Salvatore, San Guisto, Santa Giulia o San Pietro Somaldi entre muchas otras.
En otro orden, también debemos pasar por la Torre del Reloj, el Museo e Pinacoteca Nazionale, el Museo dell´Opera del Duomo, el Orto Botánico Comunale di Lucca o el Palazzo Pfanner.
Como podemos ver las visitas son muchas, pero no menos que las que encontraremos en San Miniato, un pueblecito a una hora aproximadamente de Livorno. Situada en una localización estratégica, a lo alto de tres colinas, encontramos esta ciudad que encuentra su origen en la familia Bonaparte.
La ciudad se encierra en un hermoso recinto medieval, bastante bien conservado, y entre los lugares más destacados para nuestra visita se puede destacar La Torre de Federico, levantada por Federico II en el siglo XII y con una altitud de unos 192 metros. Allí, las vistas sobre la región son impresionantes.
También destaca il Duomo, la catedral dedicada a Nuestra Señora de la Asunción y San Ginés. Era una construcción románica en origen, pero fue remodelada y en la actualidad podemos observar trazados góticos y renacentistas.
En el museo diocesano, muy próximo a la catedral, para no perdernos, cuenta con una rica exposición de trabajos de Filippo Lippi, Empoli, Neri di Bicci, Verrocchio y Frederico Cardi entre otros.
Será necesario pasar por el Palacio de los Vicarios, construido en el siglo XII, que contiene una de las torres almenadas más antiguas y conocidas.
Además también encontraremos templos religiosos como la iglesia de San Francisco, construida en el siglo XIII con una preciosa fachada románica y con capillas góticas en su interior; la iglesia de Santo Domingo, construida en el siglo XIV y lugar en el que hoy descansan obras de Luca della Robbia o incluso Donatello; o el Convento de San Francisco, fundado por el mismísimo San Francisco de Asís en el año 1211.
Evidentemente Florencia y Pisa siguen siendo dos grandes competidores. No obstante, siempre es bueno tener otras opciones y darnos cuenta de que la Toscana cuenta con un sinfín de pueblos y rincones mágicos; y es que cualquier municipio contará con una iglesia digna de ver y calles llenas de magia, al más puro estilo italiano.
En cuanto a las compañías que realizan estas rutas son muchas, como por ejemplo Costa Cruceros o Cruceros NCL.