Trondheim es un municipio y ciudad noruega. Capital de la provincia conocida como Sør-Trøndelag, suele ser una parada recurrente en los cruceros que visitan el norte de Europa.
En nuestra escala en Trondheim, descubriremos que la ciudad fue fundada aproximadamente a finales del siglo X con el fin de convertirse en un núcleo comercial de este país. Además, durante la Edad Media también se posicionó como capital de Noruega, aunque lo cierto es que fue un periodo bastante breve.
¿Qué podemos ver durante una jornada en Trondheim? Lo cierto es que muchísimas cosas. Podemos comenzar visitando verdaderos símbolos de la ciudad como la Catedral de Nidaros, reconocida obra maestra de la arquitectura gótica en los países nórdicos.
Es conocida como el principal templo cristiano de Noruega, además de ser la catedral gótica más boreal. Su construcción se remonta a la Edad Media, momento en el que obtuvo muchísima importancia por albergar la tumba de San Olaf. Esto la convirtió en centro de peregrinaje de gran importancia, aunque realmente nunca ha estado consagrada a este santo, sino a Jesucristo.
Hay que destacar que esta catedral quedó bastante deteriorada por una serie de incendios. Estos episodios obligaron a restaurarla, con tan poco acierto que su fachada dejó de parecerse mucho a la original. No obstante, en el siglo XIX, el gobierno noruego decidió financiar la restauración de este templo basándose en su aspecto original.
Otro de los grandes monumentos de la ciudad es el Palacio del Arzobispo. Se trata de un complejo de edificios situado al lado de la Catedral de Nidaros, y podemos decir que es la construcción profana de piedra más antigua de todos los países nórdicos. En la actualidad podemos visitar en su interior el museo de arqueología, arte, historia eclesiástica e historia militar. Además, también guarda las joyas de la corona noruega.
Otra de las iglesias interesantes de Trondheim es la Iglesia de Nuestra Señora. Es un templo luterano en piedra con decoración románica, gótica y neogótica. Comenzó a construirse en 1200 y es la tercera iglesia medieval más grande de toda Noruega.
Uno de los museos más interesantes de la ciudad es el Museo Ringve. Es el Museo Nacional de Música e Instrumentos y cuenta con dos exposiciones permanentes.
Por un lado podremos visitar el Museo de la Casa Solariega, con la colección más antigua. Por otro lado tenemos el Museo del Establo, una exposición un poco más nueva en la que podremos disfrutar de cómo se forman los sonidos y cómo funcionan algunos de los instrumentos electrónicos más curiosos.
Si somos más de música Pop y Rock, sin duda debemos visitar el Rockheim. Fue inaugurado en 2010 y cuenta con una exposición realmente interesante de la música pop y rock de noruega desde los años 50 hata nuestros días.
Para conocer más acerca del arte folclórico de la ciudad, tenemos que visitar el Museo de Arte Folcórico Sverresborg. El museo está alojado en las ruinas de un castillo medieval y cuenta con unas vistas impresionantes a Trondheim. Aquí disfrutaremos de exposiciones como “Retratos de la Vida”, una vista a la vida en la región desde hace 150 años. Además también cuenta con el Museo del Esquí, el Museo de las Telecomunicaciones y un sinfín de actividades orientadas a entretener y formar a los niños.
En cuanto a la arquitectura militar, podemos destacar algunas localizaciones como la fortaleza de Sion, conocida también como Sverresborg. Construida en piedra y madera, en la actualidad tan sólo podemos observar sus cimientos. No obstante, merece la pena verlos, pues estaremos ante la fortaleza más antigua de toda la ciudad, construida allá por 1182.
En el fiordo, frente al puerto, encontramos es islote Munkholmen, lugar donde observamos una gran fortificación. Aunque hoy es un área de recreación, lo cierto es que en su momento sirvió para defender la ciudad, e incluso funcionó como prisión durante un tiempo.
Finalmente destacamos la fortaleza de Kristiansten, construida aproximadamente a mitad del siglo XVII. Está ubicada en lo alto de una colina, lugar estratégico para defender la ciudad. Está bastante bien conservada por lo que merece la pena visitarla.
Foto vía: Trondheimhavn